ESTRATEGIAS PARA EVITAR LA PROCRASTINACIÓN
La procrastinación es la acción de dejar las cosas “importantes” para último momento. Esto se debe a una mala gestión del tiempo, y a que muchas veces priorizamos cosas que no merecen tanta atención de nuestra parte.
Esto puede ocurrir en muchos ámbitos de nuestras vidas, pero es más común en la vida laboral. Por lo general esta situación la vivimos cuando tenemos que hacer tareas que no nos gustan o que nos resultan demasiado complicadas.
¿Cómo se manifiesta la procrastinación?
Cualquier persona puede procrastinar, pero es mucho más sencillo que se produzca si cumplimos con algunas de estas características:
- Mucho trabajo o el tiempo mal organizado. Esto puede causarnos mucho estrés y como resultado no sabremos por donde comenzar a trabajar. Eso hará que las tareas “largas” pasen a ser las últimas que haremos.
- La dificultad de las tareas es mucha. Cuando estamos enfrentado algo que nos obliga a salir de nuestra zona de confort, lo evitaremos. Es por eso que aquellas tareas “complicadas” son aplazadas.
- Mucha o poca motivación. Si el trabajo no nos gusta o si estamos en un proyecto que no es placentero es más probable que ocurra la procrastinación y, por otro lado, si nos gusta demasiado empezaremos a hacer muchas cosas y, probablemente, no terminemos ninguna (el que mucho abarca, poco aprieta).
- Indecisión. Al no saber por donde comenzar los deberes puede provocar que extendamos el tiempo de entrega de los trabajos.
Estrategias que nos ayudarán a dejar de procrastinar
Hay muchas estrategias formuladas a lo largo del tiempo, pero es esta publicación te comentaremos algunas que para nosotras son útiles y sabemos que funcionan. Estas estrategias son las siguientes:
- Haz una lista de tareas: Esto hará que tengamos una visión general sobre todo el trabajo que tengamos pendiente.
- Crea un orden de prioridades: Es importante que establezcamos un criterio para poder determinar que tareas son urgentes y cuales pueden hacerse con más tiempo.
- Planifícate diariamente.
- Recompénsate: Después de completar las tareas que menos nos gustan, podemos establecer una pequeña recompensa o premio para motivarnos.
- Haz descansos: Cuando hagamos las tareas que menos nos gustan, hay que establecernos una serie de descansos para poder despejarnos y descansar la mente.
- Entrena el autocontrol: Muchas veces la procrastinación está relacionada con poco autocontrol. Por eso, recomendamos que intentes fomentarlo mediante técnicas de gestión emocional.
- Mantén tu entorno ordenado: Tener el escritorio ordenado y limpio también puede motivarnos a hacer las tareas más complicadas. El entorno siempre debe ser facilitador.
La procrastinación es algo que afecta a muchas personas incluso podríamos llegar a decir que todos alguna vez en la vida seremos víctima de ellas. Lo importante es saber detectar que estamos teniendo este problema para intentar ponerle solución. Esperamos que la información anterior haya sido de mucha ayuda 🙂
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